12 deseos de año nuevo para explorar el bienestar
La falsa sensación de que pronto algo termina. A los seres humanos, como un espejo de la naturaleza, nos atraen los ciclos. ¿Qué va a pasar el 31 de diciembre o el 1 de enero? No importa si celebramos Navidad, Hannukah o el fuego de Zoroastro. En algún lugar de nuestra consciencia somos vulnerables a los principios y a los finales. Un año de infinitas posibilidades.
La energía se renueva, las circunstancias cambian. Es como si se abrieran ventanas o posibilidades. ¿Y por qué no aprovechar los umbrales para explorar el bienestar?
El único propósito de año nuevo: disfrutar la vida
Cada enero llega con propósitos. Las primeras semanas fluyen en optimismo e intenciones positivas. Los gimnasios se llenan, las mesas de noche se iluminan con nuevos libros y hasta las tallas de la ropa bajan de número. Para marzo, o a veces muchísimo antes, las doce uvas se convierten en pasas. ¿Por qué las ganas de superarnos o de mejorar nuestra calidad de vida se truncan? ¿Pasaría lo mismo si descubriéramos lo que realmente nos hace sentir bien?
Dos mil dieciocho. Dos más cero, más uno, más ocho. Las cifras suman once y uno más uno suma dos. Quizá un profesional en Cabalá nos explique el significado profundo de la numerología. Si nos atrevemos a consultarlo, es posible descubrir capas de nuestra propia psique que antes yacían ocultas. ¿O qué tal si nos atrevemos a consultar a un experto en astrología psicológicia?
¿Por dónde empezar un año de bienestar?
Yo, en particular, tengo ganas de explorar el movimiento corporal. Quiero aprender un nuevo estilo de yoga, quizá Aeroyoga para volar y desafiar la gravedad. A lo mejor Ashtanga para que ya nadie me cuente lo que se siente sudar entre asana y asana. Quiero sentir mi cuerpo para disfrutarlo, para conectarme con el momento presente y con el entorno.
Y hablando del entorno, desde hace años tengo la inquietud de aprender más sobre Feng Shui. Alguna vez me compré un libro y estuve informándome sobre los elementos. Esta vez, quiero tomar un curso con un experto. Quiero que 2018 sea el año de aterrizar los sueños.
No hay prisa ni objetivos. Me parece que el bienestar es tan personal como colectivo. La idea de un año nuevo impone, a la vez que alivia. 365 hojas en blanco. ¿Pero por qué mirar al futuro? Quizá es mejor concentrarme en el momento presente, día por día. A lo mejor un taller de meditación o unas clases de pintura donde cada trazo me conecte aquí y ahora.
Lo único que sé, es que el bienestar no espera. Es mi responsabilidad y un placer explorarlo de una vez por todas.

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Jimena Guerrero
Sanadora del alma. Acompaño a las personas que desean sentir mayor bienestar y disfrutar más la vida.
Al igual que todos los seres humanos, he pasado por momentos de crisis y sufrimiento. Por fortuna, he tenido la oportunidad de experimentar distintas técnicas, te...